La agricultura, modelo de innovación constante

La agricultura, modelo de innovación constante.

La Agricultura ha sido siempre innovación desde sus inicios. Una agricultura moderna   es aquella que está en constante evolución, adaptando la producción al medio. En la actualidad se hace necesario adaptarla a las personas más que nunca, en un entorno en constante dinamismo, a veces disruptivo. La producción de alimentos a mi modo de ver, además de ser eficiente, rentable y segura para el consumidor, tiene que  estar definida en estos momentos con otros adjetivos, como elementos adicionales a las bases técnicas de la producción en sí.

La Huella hídrica” y la “Huella de carbono” son indicadores medioambientales que definen el volumen de agua dulce total usada, así como la cantidad de C02 emitido al producir los bienes y servicios que habitualmente consumimos, incluidos los alimentos. La optimización de estos recursos hará que la eficiencia productiva, unida a la economía circular  en agricultura, provea a la sociedad de alimentos más sostenibles.

Sin despegarse de lo anterior, y debido a esta crisis del COVID19, el mundo puede volver a cambiar en muchos aspectos: formas de trabajo, modelos de sociedad, sanidad, alimentación, etc… Hoy hay restricciones en el tráfico de personas, pero mañana las podemos tener en bienes de primera necesidad. Debemos contemplar que después del COVID19 la agricultura de proximidad, el autoabastecimiento y la creación de redes de distribución y cooperativismo cercano ( mano de obra, servicios, producto acabado, …) también serán una base fundamental de sostenibilidad, que reducirían esas huellas  medioambientales, además de  acercar los alimentos básicos en momentos de crisis.

Por otra parte, una agricultura unida a la innovación social permitirá fijar y atraer población a un medio rural más atractivo, generador de riqueza y de empleo de calidad, produciendo un desarrollo integrado y transversal. Muchos estudios coinciden en la idea que las mujeres y la juventud son parte fundamental de este proceso, ya que serán en muchos casos los protagonistas del retorno al medio rural. Su cualificación y dinamismo marcarán el abanico amplio de acciones para motivar y crear redes de acción. No hay que pasar por alto en este proceso un elemento clave: la digitalización y las tecnologías de la información y comunicación, por su papel facilitador para la repoblación del medio rural.

La escasez de formación e información básica sobre agricultura fuera de los ámbitos profesionales, y que en la mayoría de los casos ocupa solo portadas en su aspecto negativo, hace que la sociedad esté muy lejos de la agricultura. Los programas de concienciación de la población sobre cuáles son los procesos básicos desde el campo a la despensa y de su importancia en la vida diaria -al fin y al cabo, comer es lo único que se hace todos los dias en una sociedad desarrollada- es algo que se debe aprender desde la escuela. Programas de formación sobre la importancia de la agricultura, hará que se tenga conciencia en el momento de abrir la despensa o frigorífico del valor de los alimentos y de no desperdiciar ningún un alimento, por solidaridad y sostenibilidad.

Información, concienciación, ecología bien entendida, fijación en los entornos rurales y  empoderamiento de la mujer, deben ser hilos conductores en programas de innovación social en agricultura,  que junto con la ingeniería de los procesos nos lleve a un fin último,  que no es otro  que la  mejora de la  calidad de vida de las personas

Carlos León

Vicepresidente Colegio Oficial Ingenieros Técnicos Agrícolas Andalucía Occidental.